Hoy desde Clínica Prosalud os traemos una serie de recomendaciones para protegeros de las bajas temperaturas tanto por dentro como por fuera:
1. Preparar la piel.
Está en contacto directo con la climatología, de igual manera que se protege en verano, en invierno hay que tener en cuenta su cuidado.
-Utilizar un jabón adecuado para cada tipo de piel, suave y neutro.
-No abusar de los baños o duchas calientes.
-Si se practican deportes de invierno debes extremar las precauciones debido a las bajas temperaturas y el sol de las montañas, utiliza protección solar con frecuencia (cada 2 o 3 horas). No olvides los labios, son especialmente sensibles.
-Utilizar prendas de tejido térmico, mantienen la piel seca, guardan el calor y permiten que se evapore el sudor.
2. Preparar el estómago.
Otro componente importante de nuestro organismo, aquí os ofrecemos algunos consejos:
– Alimentos para fortalecer las defensas: naranjas, avena y lentejas.
– Consumir 5 porciones de verduras y frutas al día. Para no disminuir su ingesta en esta época, se puede comer como compota.
– Comidas templadas como pueden ser: sopas y cremas de verduras, salteados de verduras, guisos, etc.
3. Cómo evitar resfriados, catarros y gripe.
– Llevar ropa adecuada: prendas de abrigo resistentes al viento y a la humedad y utilizar varias capas de ropa ligeras y cálidas. Generalmente se aconsejan tres capas: la primera, en contacto con la piel, de tejido transpirable que evacue la humedad y mantenga la temperatura corporal; una segunda que estabilice la temperatura, y una tercera (chaqueta) que impida que se pierda calor.
– Proteger la cabeza, las manos y los pies: son las zonas del cuerpo donde se produce mayor pérdida de calor y más susceptibles de congelación, por lo que deben estar protegidos con gorro, guantes y calcetines apropiados (algodón y/o lana).
– Utilizar ropa técnica adecuada si se hace ejercicio en el exterior y evitar que el cuerpo se enfríe por el sudor generado.
– Mantener un aislamiento térmico correcto de la vivienda que permite el ahorro energético y que el sistema de calor sea eficaz, se recomienda tener una temperatura constante de 21ºC.
– Cerrar las ventanas de los dormitorios por la noche y ventilar las habitaciones durante el día.
